El agua es un nutriente esencial para nuestro organismo, basta con saber que el agua constituye del 50 al 75% de nuestro peso corporal. El agua tiene varias funciones dentro de nuestro cuerpo, entre ellas se encuentran: el mantenimiento del volumen sanguíneo, el transporte de nutrientes y oxígeno, sirve como solvente en muchos procesos metabólicos, en la regulación de la temperatura corporal y la eliminación de desechos.
Desafortunadamente muchas de las bebidas populares que contienen cafeína, como el café y gaseosas, tienen un efecto diurético, y por lo tanto nos hacen que nos deshidratemos en vez de proveernos el líquido vital que nuestro cuerpo necesita.
Otros líquidos como jugos, bebidas energéticas, etc., no tienen el mismo efecto que el agua porque no limpian el organismo de la misma manera. Como ejemplo piensa en lo siguiente: cuando te lavas las manos, ¿lo haces con jugo o alguna otra bebida de sabor? Obviamente que no, porque tus manos te quedarían sucias en vez de limpias. ¡Lo mismo en el interior de tu cuerpo! Para realmente limpiar y desintoxicar tu organismo, lo mejor es el agua, aunque ciertos jugos naturales te pueden ayudar, pero de manera mucho más lenta.
Además, quien bebe agua elimina toxinas, se llena de energía y evita la subida de peso, pues la persona se siente “llena” y sin necesidad de consumir calorías extra entre comidas.
En cualquier momento del día el agua es beneficiosa para nuestro cerebro, para nuestros órganos, para nuestra salud en general. Mitos como que el agua engorda o es perjudicial para la salud son solo eso: un mito. Incluye agua en tu dieta diaria según tus necesidades.
Consejos para integrar este saludable habito en tu dieta diaria
Empieza el día tomando agua: Un vaso de agua antes de desayunar puede mejorar tu metabolismo, tu peso y tu salud en general. Incluye al agua en tu rutina desde que te levantas.
Hierve el agua siempre que sea necesario: en aquellos lugares donde el agua no tenga los estándares de calidad y salubridad, es mejor hervir el agua que se va a tomar para evitar problemas estomacales y gastrointestinales.
Si deseas perder peso, toma agua durante el día. Consulta a tu nutricionista cuánta cantidad al día es la recomendada para ti.
Reemplaza el agua por otras bebidas: las gaseosas o los jugos artificiales tienen azúcar y calorías extra que pueden interferir en tu plan alimenticio diario. Reemplaza estas bebidas por un saludable vaso con agua.
Afuera los mitos: que engorda, que infla, que es perjudicial para la salud. Deja atrás todos los miedos y ¡bebe agua! Es por tu bienestar y tu calidad de vida.
Inculca en tu familia el hábito de tomar agua: Mantén siempre una jarra fría de agua disponible en la nevera. Así se formará este saludable hábito en todos los miembros de la familia.
El agua es fuente de vida. Que este precioso líquido no falte nunca en tu dieta, pues así evitarás enfermedades y te beneficiarás de sus propiedades. Ensaya incluyendo poco a poco el agua en tu dieta y notarás la diferencia.
